La Comisión Europea advierte a los Países Bajos que no puede declarar una crisis de asilo por su propia autoridad. Con esta advertencia, la Comisión Europea pone fin a un importante plan de la nueva coalición de gobierno de derecha en La Haya.
Este nuevo gabinete cuatripartito fue formado la semana pasada por el político antiinmigrante de extrema derecha Geert Wilders. Con el apoyo del partido liberal VVD del ex primer ministro Mark Rutte, el nuevo partido de agricultores BBB y el nuevo partido de ciudadanos NSC, nombró primer ministro al ex director del servicio de inteligencia, Dick Schoof.
Una de sus primeras intenciones gubernamentales es declarar una crisis de asilo en los Países Bajos y detener durante dos años la tramitación de nuevas solicitudes de asilo de inmigrantes y refugiados. Según la directiva europea de asilo, no está permitido suspender la tramitación de las solicitudes de asilo.
El acuerdo de coalición del PVV, VVD, NSC y BBB establece que se introducirá inmediatamente una Ley de Crisis de Asilo temporal, “con medidas de crisis para combatir la aguda afluencia de asilo y la crisis de acogida en el futuro próximo”. Una de las cuestiones de esta ley temporal, que deberá estar vigente durante un máximo de dos años, es la suspensión de la tramitación de las solicitudes de asilo.
Para declarar una crisis de asilo, los Países Bajos deben presentar una solicitud bien fundamentada a la Comisión Europea. Los comisarios de Bruselas evaluarán entonces dicha solicitud, escribe la comisaria europea de Migraciones, Ylva Johansson. Los Países Bajos primero deben demostrar que han hecho lo suficiente para poner en orden la cadena de asilo antes de poder declarar una crisis de asilo, escribe Johansson en respuesta a las preguntas de la ex eurodiputada Sophie in 't Veld.
La nueva coalición de derecha en La Haya quiere tomar un rumbo menos pro-EU en los próximos años. El líder del partido, Wilders, incluso ha abogado en el pasado por un Nexit, una salida de Holanda del EU. Ahora esto se ha diluido hasta convertirse en una "exclusión voluntaria", una posición excepcional para la acogida de solicitantes de asilo. También está claro que los Países Bajos quieren alinearse más con el rumbo anti-EU del primer ministro húngaro Orbán en los próximos años.
Si los Países Bajos no siguen las normas europeas y aún así declaran una crisis de asilo sin el permiso de la Comisión Europea, la Comisión puede intervenir mediante el llamado procedimiento de infracción. Una advertencia de que los Países Bajos deben cumplir las normas europeas es el primer paso de un procedimiento como éste, que en última instancia podría conducir a una demanda ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas.