Francia viene con un subsidio sustancial para apoyar sus propias granjas porcinas.

El ministro de Agricultura francés, Julien Denormandie, ha destinado 270 millones de euros en subvenciones para apoyar a la industria porcina francesa. También va a pedir a los grupos de supermercados franceses que hagan algo con respecto a los precios de compra, y los criadores de cerdos no pagarán las primas sociales.

La primera fase supone 75 millones de ayudas directas que se abonarán "rápidamente" en "las próximas dos o tres semanas". Será un apoyo en efectivo de hasta 15.000 euros por empresa. Se han destinado 175 millones de euros para la segunda fase (abril-mayo).

Los criterios exactos se determinarán con la industria en las próximas semanas antes de ser notificados a las autoridades europeas, ya que podría percibirse como "intervención en el mercado" y "distorsión de la competencia".

Con esto, París quiere apoyar al sector que actualmente se enfrenta a un “efecto tijera”: con costos operativos significativamente más altos (energía, alimentación) y una caída en los precios de la carne de cerdo. La caída de precios a lo largo del EU es el resultado de una alta producción continua, a pesar de la pérdida de ventas (en China) y el aumento de la peste porcina africana en Europa.

Con este apoyo nacional, Francia es uno de los 15 países EU que ahora han establecido algún apoyo nacional. A pesar de las persistentes súplicas de varios países EU, la Comisión Europea no está preparada para proporcionar ningún tipo de intervención en el mercado o apoyo financiero.

Varios países EU 'grandes' exportadores de carne también están en contra de una intervención en el mercado porque no resuelve nada estructuralmente, sino que solo significa un 'aplazamiento' temporal.

Anteriormente, Bruselas señaló que las tres cuartas partes del mercado de carne de cerdo en el EU está en manos de solo unas pocas grandes empresas cárnicas, que fácilmente pueden pagar los altos costos por sí mismas. Como resultado, especialmente las granjas porcinas pequeñas y medianas están en peligro de quiebra, lo que amenaza con crear una concentración aún mayor de la industria porcina.