La aprobación de la nueva Comisión Europea en Bruselas está estancada debido a las estancadas negociaciones entre los grupos del Parlamento Europeo. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, intentó mediar el miércoles, pero hasta ahora fue en vano.
La tensión política llevó a la decisión de posponer las votaciones sobre la aprobación de la nueva Comisión. Esto tiene graves consecuencias, ya que la actual Comisión Europea pronto verá expirar su mandato.
Al parecer, el enfrentamiento gira principalmente en torno al (re)nombramiento del candidato a comisario húngaro, Oliver Varhely, y a la vicepresidencia del candidato italiano Fitto. Se le considera candidato del grupo político de los Conservadores del ECR. Várhelyi, propuesto por el primer ministro húngaro prorruso, Viktor Orbán, se enfrenta a una fuerte oposición de los eurodiputados.
El líder del partido demócrata cristiano PPE, Manfred Weber, insiste en aprobar al candidato húngaro. Sin embargo, esto enfrenta una considerable resistencia por parte del socialdemócrata S&D y de la facción liberal Renew. Posteriormente, el PPE cuestionó la inminente aprobación de un candidato español respaldado por el Grupo S&D.
La líder del SD, Iratxe García, acusó al PPE de mantener como rehén a la Unión Europea al aferrarse al controvertido candidato húngaro. Según ella, esto amenaza con socavar la legitimidad y el funcionamiento de la nueva Comisión encabezada por Ursula von der Leyen (PPE). “El PPE se está jugando la credibilidad del EU por intereses políticos”, afirmó García.
En el fondo, el PPE votó el jueves en el Parlamento Europeo enmiendas para retrasar aún más la introducción de la Ley Europea de Deforestación y debilitar aún más su contenido. De este modo, el PPE revocó acuerdos anteriores con S&D y Renew relativos a un aplazamiento técnico y no sustancial de un año. El PPE obtuvo las reducciones con el apoyo de facciones conservadoras, nacionalistas y de extrema derecha, la "mayoría de derecha en el EU".
Ursula von der Leyen dijo anteriormente en su reelección que "no gobernaría la derecha". Pero su lista de deseos sí incluye al controvertido candidato húngaro, y el líder de la facción del PPE en el Parlamento Europeo hace negocios con la derecha.
Mientras tanto, crece la preocupación por el efecto de este estancamiento político en el funcionamiento de la Unión Europea. Los analistas señalan que los retrasos prolongados podrían obstaculizar la toma de decisiones y la implementación de políticas clave del EU. "Si el estancamiento político continúa, podría dañar gravemente la credibilidad del EU en el país y en el extranjero", dijeron los expertos.