El Parlamento Europeo no está satisfecho con la forma en que muchos países del EU gastan los miles de millones de euros del fondo de recuperación de la corona. Creen que en muchos casos los países del EU no cumplen con los criterios acordados hace unos años.
Los eurodiputados de la Comisión de Presupuestos y de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios celebrarán el lunes en Estrasburgo su primer Diálogo de Recuperación y Resiliencia (DRR) con los comisarios europeos Valdis Dombrovskis (Comercio) y Paolo Gentiloni (Economía).
Se espera que los comisionados informen a los miembros sobre los gastos multimillonarios del Fondo de Recuperación y Resiliencia (FRR), en particular sobre el logro de hitos y objetivos, los montos desembolsados, incluidos los pagos parciales, y los problemas en curso.
La semana pasada se publicó un informe crítico del Tribunal de Cuentas Europeo sobre los gastos del fondo de recuperación. Según los contables, no está claro en qué medida el gasto contribuye a la mejora del clima o a los objetivos medioambientales. Se acordó que más de un tercio de los miles de millones europeos (37%) deberían destinarse a este fin. Se concluye que esto está lejos de ser posible determinarlo.
Aunque la Comisión Europea afirma que este porcentaje se ha alcanzado en más del 40 por ciento, el Tribunal de Cuentas considera que se ha sobreestimado en decenas de miles de millones.
El Diálogo de Recuperación y Resiliencia se organizó en virtud del artículo 26 del Reglamento por el que se crea el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia para garantizar una mayor transparencia y responsabilidad en la implementación del Mecanismo.
Uno de los principales objetivos del Fondo de Recuperación y Resiliencia (FRR) es contribuir a los objetivos climáticos europeos y a la transición verde en los Estados miembros del EU. A diferencia de formas anteriores de gastos del EU, los fondos del RRF se desembolsan en función de los hitos y objetivos alcanzados, en lugar de los gastos reales.
Entre otras deficiencias, los auditores descubrieron que, dado este modelo de financiación y el plazo relativamente corto para implementar el MRR, es cuestionable si todo el dinero asignado para la acción climática realmente contribuirá a ello. Los auditores descubrieron, entre otras cosas, que algunas medidas eran menos ecológicas de lo que parecían.