Italia intentará nuevamente prohibir la producción de alimentos sintéticos como carne cultivada y hamburguesas artificiales de laboratorio.
Así lo afirmó el ministro de Agricultura italiano, Francesco Lollobrigida, en una conferencia del partido conservador europeo ECR. Roma tuvo que retirar una prohibición propuesta anteriormente por orden de la Comisión Europea porque dicha prohibición "perjudica el mercado".
Los políticos italianos conservadores dicen que los agricultores, criadores y pescadores europeos corren el riesgo de pagar un alto precio por los errores ideológicos detrás del Acuerdo Verde de la Unión Europea. Según Italia, los objetivos de reducción de emisiones sólo conducirán a una disminución de la producción de alimentos”. También organizaciones agrícolas de Austria y Suiza se han pronunciado recientemente contra la llegada de carne falsificada.
Este verano, la primera solicitud para la aprobación de carne de imitación producida artificialmente se presentó en Suiza, país que no forma parte del EU. El proceso de revisión aún está en curso. Probablemente sea sólo cuestión de tiempo que la carne de laboratorio llegue al mercado en Suiza y más tarde en el EU, aunque actualmente no existe ningún proceso de aprobación en el EU.
El ministro austriaco de LNV, Georg Strasser, aboga por que los alimentos sintéticos tengan su propia etiqueta para que el cliente sepa que no se trata de un producto alimenticio "natural". "Exigimos un diálogo basado en hechos con la sociedad y estamos en contra de equiparar los productos naturales de nuestros agricultores con alimentos producidos artificialmente", subraya Strasser. Los consumidores deben poder reconocer lo que están comprando.
La carne de laboratorio sería un competidor para la producción de carne nacional. En Austria se sacrifican cada año 641.000 cabezas de ganado vacuno. La mitad de las tierras agrícolas son pastizales. Gran parte del grano se utiliza como alimento para animales.
Según las Naciones Unidas, en 2050 habrá aproximadamente 10 mil millones de personas en la Tierra cuyo suministro de alimentos deberá estar garantizado. Las grandes empresas ven las imitaciones de carne producidas artificialmente como una solución de futuro para la seguridad alimentaria, la protección del clima y el bienestar animal.