En Gran Bretaña, se ha detectado el primer caso de lengua azul en una vaca del condado de Kent, en el sureste de Inglaterra. El Departamento de Agricultura Defra dijo que, tras la contaminación del animal no importado, algunos países podrían restringir las exportaciones de carne de ganado británico susceptible a la lengua azul.
Un instituto de investigación de enfermedades de animales de granja en Surrey identificó la enfermedad en vacas a través de un programa anual de vigilancia de la lengua azul. La vaca fue sacrificada para reducir el riesgo de una mayor transmisión de enfermedades. Se ha establecido una zona de control de 10 kilómetros alrededor de la finca afectada.
Recientemente se ha producido un aumento en el número de casos de lengua azul en Europa. Están circulando diversas cepas de esta enfermedad animal y ahora se han confirmado miles de brotes.
Los Países Bajos informaron de su primer brote desde 2009 en septiembre, seguidos por las autoridades belgas en octubre. En septiembre, las autoridades francesas confirmaron la presencia de una nueva cepa de la enfermedad, BTV-8, que provoca signos clínicos más graves en bovinos y ovinos.
La lengua azul no tiene ningún efecto sobre los seres humanos ni sobre la seguridad alimentaria. El virus se transmite por picadura de mosquito y afecta a vacas, cabras y ovejas, entre otras. Los mosquitos son más activos entre abril y noviembre. No todos los animales susceptibles muestran signos inmediatos o cualquier signo de infección por el virus.
Las consecuencias para los animales sensibles pueden variar considerablemente. Algunos no muestran ningún síntoma ni efecto alguno. En los casos más graves, la enfermedad puede resultar mortal para los animales infectados.