Polonia y Ucrania investigan conjuntamente la fosa común de la Segunda Guerra Mundial en Volyn

El gobierno polaco ha tomado la decisión histórica de unir fuerzas con la vecina Ucrania para realizar excavaciones e investigaciones sobre las víctimas de la masacre de Volyn. Esta decisión abre el camino para poner fin a décadas de tensiones diplomáticas entre ambos países. 

En Varsovia se habla de un paso importante hacia la reconciliación entre ambos países. El anuncio se considera un paso hacia la reconciliación entre Polonia y Ucrania, especialmente en el contexto de la actual agresión rusa en la región. El primer ministro Tusk afirmó que "la historia ya no debería dividirnos".

La masacre de Volinia, también conocida como la tragedia de Volinia, tuvo lugar durante la Segunda Guerra Mundial entre los años 1943 y 1945. En la región de Volinia, una parte de Polonia que se encuentra en el oeste de Ucrania desde 1945, se estima que entre 50.000 y 100.000 civiles polacos fueron asesinados por el Ejército Insurgente (UPA). 

La UPA, una milicia nacionalista que lucha por una Ucrania independiente, intentó expulsar a la población polaca y limpiar étnicamente la zona. Polonia ha calificado estos acontecimientos de genocidio. A principios de la década de 1940, el régimen nazi alemán formó docenas de las llamadas "Ost Legionen" a partir de varios grupos nacionalistas de las antiguas repúblicas soviéticas.

El legado de la masacre de Volyn ha alimentado las tensiones entre Polonia y Ucrania durante décadas. Polonia ha abogado durante mucho tiempo por el reconocimiento y la justicia para las víctimas, mientras que Ucrania ha señalado principalmente el complejo contexto histórico de ese momento. La cuestión ha complicado las relaciones bilaterales, especialmente durante períodos de inestabilidad política, tanto en Polonia como en Ucrania. 

La semana pasada, el primer ministro polaco, Donald Tusk, anunció que se había alcanzado un acuerdo con Ucrania sobre la exhumación de las víctimas polacas. Esta decisión supone un gran avance tras años de estancamiento. Tusk, en colaboración con el presidente Volodymyr Zelensky, calificó las excavaciones como un paso crucial para “curar las heridas del pasado”. 

Las excavaciones se realizarán en zonas donde se sospecha que existen fosas comunes. Ambos países han dicho que trabajarán juntos para identificar y enterrar a las víctimas. El proceso es coordinado por comisiones especializadas e institutos históricos de ambos países.