El Parlamento Europeo ha calificado a Rusia de patrocinador del terrorismo. La Unión Europea también brindará aún más ayuda a Ucrania, incluso mediante la donación de generadores para generar electricidad.
Según el eurodiputado holandés Peter van Dalen (ChristenUnie), “esta resolución es ante todo una declaración política, una señal política contra Putin y un apoyo a la oposición rusa. Además, la resolución también se opone a una mayor participación rusa en el Consejo de Seguridad de la ONU”.
Aunque el EU aún no tiene un instrumento legal para esto en este momento, la resolución presentada por él es muy importante, según Van Dalen: “Hacemos un llamado a la Comisión Europea, como los Estados Unidos, para desarrollar un instrumento que también puede ser utilizado para que los estados puedan ser clasificados como organizaciones terroristas. Esto podría tener consecuencias para, por ejemplo, la exportación de armas y las relaciones financieras”.
Además, se están haciendo llamamientos para colocar varias organizaciones separadas dentro del régimen ruso, como el grupo mercenario Wagner, en la lista de terrorismo existente.
Además, el Parlamento Europeo y las 200 ciudades más grandes del EU han puesto en marcha el plan 'Generadores de Esperanza'. Pide a las ciudades europeas que donen generadores a las ciudades ucranianas.
Como resultado de la guerra de Rusia contra Ucrania y los continuos ataques a la infraestructura civil crítica, más de la mitad de la red eléctrica de Ucrania ha sido dañada o destruida, dejando a millones de ucranianos sin electricidad.
Estos generadores ayudarán a mantener los servicios vitales en funcionamiento en el país, brindando energía a hospitales, escuelas, instalaciones de suministro de agua, refugios, torres de telefonía celular y más, dijo la presidenta de EP, Roberta Metsola.
A principios de este año, el Parlamento Europeo allanó el camino para el establecimiento de 'corredores de solidaridad'. Ese plan exige que las exportaciones de granos de Ucrania se encaminen a través de rutas terrestres a puertos en Polonia y los países del Mar Báltico, en lugar de a través de las rutas de navegación del Mar Negro amenazadas por los rusos.