Parece que la propuesta para permitir el uso de glifosato en la agricultura EU durante otros diez años no se aprobará sin cambios.
No sólo los ministros de la LNV de algunos países se muestran obstructivos, sino que también existen preocupaciones y dudas en el Parlamento Europeo por diversas razones. Ya se ha insinuado que la Comisión Europea tendrá que presentar una propuesta modificada.
Bruselas propuso recientemente, después de años de estudios e investigaciones, autorizar el glifosato durante otros diez años, bajo dos restricciones menores que afectan a todo el EU. Además, los países podrían imponer sus propias restricciones adicionales, como lo hizo recientemente Francia.
Según la Comisaria Europea Stella Kyriakides (Seguridad Alimentaria y Salud), los países pueden imponer sus propias restricciones, por ejemplo para determinados cultivos o provincias, o para determinados cultivos. O para flores y plantas, pero no para alimento.
Este enfoque individual cuenta con el apoyo de la mayoría de los países del EU, pero no de Alemania y Austria (que quieren una prohibición total), y probablemente tampoco de Francia y los Países Bajos.
En ese caso, no habrá mayoría cualificada en el comité SCoPAFF la próxima semana para apoyar la propuesta, ni siquiera para una prohibición del glifosato en todo el EU. Esto también ocurrió el año pasado, tras lo cual la Comisión Europea tuvo que decidir por sí sola conceder una prórroga temporal para permitir investigaciones adicionales.
A petición del Partido por los Animales, el Parlamento Europeo debatió la propuesta el miércoles y ya dio al Comisario Kyriakides algunas oportunidades de ventaja. Como era de esperar, los partidos de izquierda y verdes se opusieron a la propuesta y exigieron una prohibición aplicable a todo el EU. Algunos incluso amenazan con emprender acciones legales contra la Comisión.
La eurodiputada Anja Hazekamp (PvdD) destacó los vínculos científicos entre el uso de glifosato y el desarrollo del cáncer y el Parkinson, el rápido aumento de los costes de purificar el agua potable y la erosión de la biodiversidad.
La facción liberal Renew señaló que este pesticida aparentemente no es lo suficientemente peligroso como para retirarlo del mercado, como se hizo en su momento con el amianto.
Pero incluso los políticos del EU de facciones favorables a la agricultura como EVP/CDA y ECR/SGP, que dicen estar a favor de una extensión "limitada", dicen que el glifosato debe finalmente ser "eliminado gradualmente". También advierten del riesgo que podría surgir si cada país introdujera todo tipo de criterios propios, lo que podría dar lugar a una competencia entre agricultores de los distintos estados miembros del EU dentro de la política agrícola común.
El Comisario Kyriakides subrayó que el permiso de diez años podría acortarse o revocarse si entretanto surgieran nuevas pruebas científicas sobre la nocividad del glifosato. Pero si los ministros del EU no están en la misma página y si el parlamento está muy dividido, entonces la posibilidad de que esos dos organismos lleguen a un acuerdo posteriormente es muy pequeña.
A finales de la semana pasada, dos fuentes generalmente confiables en Bruselas informaron que la Comisión Europea está trabajando ahora en un posible compromiso. El permiso sería válido por un máximo de cinco años y se impondrían algunas restricciones europeas adicionales. En ese caso, tal compromiso podría llegar a votación en la segunda quincena de octubre o la primera quincena de noviembre.