Debido a las objeciones de los políticos liberales orientados al mercado en Francia y Alemania, una directiva EU para la protección de los trabajadores de plataformas todavía corre el riesgo de estancarse. Con las elecciones europeas de junio, las posibilidades de que se reanuden las negociaciones son muy escasas.
La directiva tiene como objetivo proporcionar una mejor protección a los trabajadores de plataformas, que a menudo son vulnerables a la explotación y a condiciones laborales injustas. El Parlamento Europeo quiere obligar a las empresas de plataformas, como la empresa de taxis Uber, a cumplir normas porque no pagan cotizaciones a la seguridad social por su personal porque, según ellos, no están empleados. Las plataformas contratan a sus trabajadores como autónomos, lo que significa que no tienen derecho a beneficios sociales como acumulación de pensiones y días de vacaciones.
Los negociadores de los países del EU y el Parlamento Europeo acordaron recientemente –después de años de negociaciones– reglas más claras. Pero ahora que se trata de las votaciones finales, no parece que se requiera una mayoría cualificada entre los 27 países del EU. Grecia, Estonia y Alemania dicen que se abstendrán en la votación del 11 de marzo, y Francia incluso votará en contra.
La abstención alemana en la votación es el resultado del "acuerdo de trabajo" en la coalición del SPD, Los Verdes y el FDP, en caso de que tengan opiniones diferentes sobre algo. En ese caso, se abstendrán de votar al nivel EU. En este caso específico, los liberales alemanes no quieren vincular el libre mercado a nuevas reglas y no quieren frenar el nuevo tipo de empresas basadas en servicios de Internet.
Ese es también el enfoque del presidente liberal francés, Emmanuel Macron, quien describe al personal asalariado como anticuado y acoge con agrado la llegada de más trabajo independiente, más trabajadores por cuenta propia y más empleos a tiempo parcial como un nuevo futuro económico.
Según datos de la Comisión Europea, existen alrededor de 500 plataformas de trabajo digitales en toda la Unión Europea, que generan una facturación combinada de 20 mil millones de euros y emplean a más de 28 millones de personas. Más de la mitad de ellos ganan por hora menos que el salario mínimo legalmente establecido.
Según el Parlamento Europeo, los líderes liberales de Francia, Estonia y Alemania y el primer ministro conservador griego están bloqueando una oportunidad histórica para proteger a todos los trabajadores y la economía europea en la era digital.
La eurodiputada holandesa Agnes Jongerius (S&D/PvdA) hizo un llamamiento urgente a los cuatro países para que no dejen que la cuestión se estanque, como ha ocurrido ahora con la nueva directiva europea sobre responsabilidad en cadena y deber de precaución (diligencia debida). Jongerius dijo que esto ya se ha discutido tanto con el Canciller alemán Olav Scholz como con la dirección del FDP.
“El actual estancamiento es una gran amenaza para el modelo social europeo. Algunas fuerzas liberales y conservadoras están poniendo en peligro nuestra Europa social y perdiendo una oportunidad para que Europa se convierta en pionera en legislación laboral global”, afirmó Jongerius.