El Parlamento Europeo debe exigir que las grandes granjas porcinas y avícolas contaminen menos el aire, el suelo y el agua. Habrá normas más estrictas, al igual que para las grandes industrias. En 2026 se tomará una decisión EU sobre la producción lechera. Por otra parte, la agricultura y la ganadería quedarán desvinculadas del régimen de contaminación industrial.
El objetivo de los acuerdos es limitar los daños medioambientales causados por las emisiones industriales. Ahora se ha acordado que las explotaciones ganaderas con más de 700 cerdos, más de 22.000 gallinas ponedoras o más de 40.000 pollos de engorde deben cumplir las normas europeas.
En los Países Bajos, las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron ligeramente el año pasado, pero aumentaron en la agricultura. La agricultura en los Países Bajos aporta aproximadamente 17% al total de emisiones de gases de efecto invernadero (excluido el uso de la tierra); industria 32% La principal causa del aumento de emisiones agrícolas proviene de las plantas de cogeneración en horticultura de invernadero basadas en gas natural.
Para la industria se establecen los niveles de emisiones más estrictos posibles. A partir de ahora hay que utilizar las técnicas más eficaces. La nueva regulación también se aplicará a las minas y las grandes fábricas que fabrican baterías. Para combatir la escasez de agua, los permisos ambientales también exigen criterios de consumo de agua.
Todo el proceso relacionado con las nuevas reglas será más abierto al público. Habrá un registro público de emisiones y transporte de contaminantes. Allí, los ciudadanos pueden acceder a todos los permisos y actividades contaminantes locales.
Las empresas y ganaderos que no cumplan las normas podrán ser multados con un mínimo del tres por ciento de su facturación anual de EU. Los ciudadanos también deberían tener derecho a reclamar una indemnización por los daños a su salud. También en este caso el principio es que quien contamina paga en última instancia.
El eurodiputado Mohammed Chahim (PvdA, S&D) afirma que con este plan se ha adoptado una parte importante del Pacto Verde. Según él, esto no sólo beneficia al medio ambiente, sino también a la salud pública.
Anja Hazekamp (PvdD) considera que se trata de un acuerdo decepcionante. “Las nuevas normas europeas contienen sólo ligeras mejoras en comparación con la ley actual. Los pasos del ratón no son suficientes para abordar realmente a los principales contaminadores, como la industria ganadera y Tata Steel. El Parlamento rechazó su propuesta de prohibir totalmente la construcción de nuevos megaestablos.