Debido a la guerra rusa contra Ucrania, la producción de cereales de Ucrania amenaza con ser significativamente menor esta y la próxima temporada. Esto conduce a un riesgo de escasez de alimentos y altos precios de los alimentos en Europa, África del Norte y Oriente Medio.
Es por eso que se debe detener la 'reverdecimiento' de la política agrícola europea, dicen el eurodiputado del SGP Bert-Jan Ruissen y el miembro del parlamento del SGP Roelof Bisschop.
Las sanciones contra Rusia y Bielorrusia también significan que las importaciones de materias primas para fertilizantes ya no están disponibles. “Eso amenaza con reducir la producción agrícola. Ha llegado el momento de dejar sitio a los sustitutos de fertilizantes (concentrado de minerales a partir de estiércol animal). Y preferiblemente estructuralmente, así lo dicen los miembros del SGP en un plan de diez puntos.
En ese plan proponen que se posponga la retirada obligatoria de tierras agrícolas y franjas de protección (bajo la nueva política de la PAC), y que se suspenda y reconsidere la introducción de la agricultura ecológica. La inminente prohibición del uso de pesticidas químicos también debe posponerse, según los miembros del SGP. Además, creen que los fondos de emergencia europeos deberían abrirse a los agricultores y ganaderos.
Los SGP'ers piensan 'eso' nuestros agricultores pueden compensar parte de la escasez de alimentos, pero entonces el gobierno les debe dar esa oportunidad rápidamente”, dice Roelof Bisschop.Los dos políticos apuntan tanto al gobierno europeo como al holandés. “Circunstancias especiales requieren medidas especiales”, dice el eurodiputado Bert-Jan Ruissen. “Siempre debemos ser capaces de garantizar suficientes alimentos asequibles para nuestra población. Este no es el momento de estrangular aún más la agricultura, sino todo lo contrario”.
Con sus propuestas, los grupos SGP de Estrasburgo y La Haya intentan revertir (o posponer) las decisiones tomadas en los últimos dos años sobre la renovación de la política agrícola europea. En parte debido a la política climática más estricta, la agricultura europea tendrá que 'ecologizarse' considerablemente en los próximos años, aún con gran descontento de los grupos conservadores y de derecha en el Parlamento Europeo.