El Partido Laborista británico va a recortar la gestión de la naturaleza en la agricultura

El gobierno del nuevo Primer Ministro británico, Keir Starner, ha ordenado a todos los ministerios que realicen cientos de millones de recortes adicionales, incluso en el sector agrícola. Según Starner, líder del Partido Laborista, este paso es necesario porque sus anteriores predecesores conservadores han cargado al Reino Unido con un caos financiero y económico. 

Una de las medidas más destacadas es el recorte previsto de £100 millones para proyectos agrícolas respetuosos con la naturaleza, financiados por el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra). Originalmente se suponía que el presupuesto agrícola sería de 2.400 millones de libras esterlinas al año, pero las condiciones económicas actuales significan que se espera que esta cifra se reduzca. 

Una proporción significativa de agricultores británicos está preocupada por el impacto de estos recortes en las prácticas agrícolas respetuosas con la naturaleza. Muchos de estos proyectos tienen como objetivo impulsar la biodiversidad, mejorar la salud del suelo y reducir el impacto de la agricultura en el medio ambiente. La decisión de restringir estos proyectos es vista por muchos como un paso atrás para las iniciativas de agricultura sostenible que se han impulsado en los últimos años.

La situación actual de la agricultura británica ya es preocupante. El sector se enfrenta a unos márgenes de beneficio cada vez menores, principalmente debido a la pérdida de mano de obra barata de Europa del Este desde el Brexit. Anteriormente, muchos agricultores británicos podían depender de trabajadores temporales de países como Polonia y Rumania, pero desde que abandonaron la Unión Europea ese flujo de trabajadores se ha agotado en gran medida. 

Como resultado, los agricultores se enfrentan a una escasez de mano de obra, lo que ha retrasado la cosecha y la producción. Además, las oportunidades de exportación a los países del EU, adonde iba una gran proporción de los productos agrícolas británicos, se han visto significativamente obstaculizadas por nuevos derechos de importación y procedimientos aduaneros.

Este estancamiento económico y declive del sector agrícola se atribuye en gran medida al Brexit. Los líderes laboristas de izquierda tampoco se opusieron a esto, a pesar de muchas protestas. Aunque hoy la mayoría del pueblo británico lamenta su referéndum a favor del Brexit, el Primer Ministro Starner no tiene intención de revertirlo.

Los compromisos anteriores de proporcionar apoyo adicional a los agricultores parecen estar quedando en un segundo plano debido a la actual crisis económica. Durante la campaña del Brexit, se prometió a los agricultores que recibirían nada menos que dentro del EU, pero en la práctica parece que el gobierno está luchando por cumplir estas promesas. Los recortes previstos en el presupuesto agrícola, junto con los desafíos derivados del Brexit, están haciendo que a muchos agricultores les resulte cada vez más difícil sobrevivir.