El comisionado climático, Frans Timmermans, presentó las primeras reglas EU para organizar un modelo comercial y de ingresos para la agricultura de carbono. Esta supuesta certificación es el primer paso legal hacia la limitación de las emisiones de CO2 tal como se establece en los Objetivos Climáticos de Green Dea.yo
La Comisión Europea apunta a una combinación de diferentes opciones para capturar el dióxido de carbono. Esto incluye el uso de materiales de construcción hechos de madera o ladrillos hechos de dióxido de carbono mineralizado. Además, también se puede considerar la agrosilvicultura, la re-irrigación de suelos de turba secos y asentados.
“Queremos que la eliminación de carbono proporcione fuentes de ingresos nuevas y adicionales para los muchos agricultores que quisieran hacer más por la biodiversidad, pero que luchan por encontrar los fondos necesarios para hacerlo”, dijo Timmermans.
El comité EU distingue entre dióxido de carbono almacenado a corto y largo plazo. El eructo de carbón es probablemente una forma de almacenamiento a corto plazo. Por lo tanto, los certificados para el almacenamiento de carbono en la agricultura solo deberían ser válidos por un período limitado.
Bruselas aplica al menos cuatro criterios para otorgar permisos para certificados de carbono negociables. En primer lugar, debe ser posible determinar y determinar realmente la cantidad de dióxido de carbono almacenado. El comité EU espera poder hacer uso de los controles satelitales modernos.
En segundo lugar, las actividades (agrícolas) que ya son prácticas comunes no pueden certificarse: deben involucrar nuevas técnicas y métodos. Esta condición ya está siendo protestada por organizaciones paraguas agrícolas porque constituye un obstáculo para los agricultores innovadores que ya están experimentando con el almacenamiento de carbono. Eso ya no sería elegible.
Particularmente para la agricultura, es importante para la certificación propuesta que el dióxido de carbono debe permanecer en el suelo por lo menos de 10 a 20 años, y que los permisos otorgados sean igual de temporales. Además, la nueva agricultura de carbono no debe poner en peligro la biodiversidad y la protección de las especies.
La Comisión Europea aún no ha dicho nada sobre la financiación, porque este período de certificación es solo el comienzo de la fase de implementación: aún quedan muchos detalles por tratar. Además, los gobiernos del EU y los comités del Parlamento Europeo aún no se han pronunciado. Después de eso, un comité de expertos seguirá elaborando los certificados de carbono en un segundo paso.