El actual brote de lengua azul es el mayor que Europa ha visto en años, con un número creciente de infecciones en países como Bélgica, Países Bajos, Alemania, Dinamarca, Francia y Grecia. La propagación no se limita sólo a Europa occidental.
Aunque todavía no se han identificado nuevos casos en Bulgaria, la amenaza sigue siendo alta dado el brote en los países vecinos. En Grecia, la enfermedad se está propagando rápidamente, lo que es motivo de gran preocupación, especialmente dada la proximidad a la ganadería en Macedonia del Norte y Rumania. Por ello, Rumanía ha introducido controles más estrictos para proteger los cruces fronterizos con Grecia y Bulgaria contra la propagación de la enfermedad.
Por primera vez en quince años, la enfermedad también se detectó la semana pasada en rumiantes en Dinamarca. Esto significa que Dinamarca pierde su estatus internacional de país libre de lengua azul. Esto también significa que se detendrán las exportaciones danesas de semen bovino y toro a un gran número de países fuera del EU.
En Bélgica, más de 500 explotaciones se han visto afectadas por el brote. El ministro de Agricultura, David Clarinval, reconoce que la situación es grave y la califica de crisis. La rápida propagación de la enfermedad provoca importantes pérdidas económicas para los ganaderos.
La situación también es grave en Alemania. Cada vez se informan más infecciones en el Sarre y otras regiones. Las autoridades han declarado grandes extensiones como zonas restringidas, lo que significa que se aplican controles estrictos al comercio y transporte de animales. Sin embargo, las organizaciones del sector alemán se muestran reacias a optar inmediatamente por la vacunación masiva, debido a los desafíos logísticos y la disponibilidad de vacunas.
La enfermedad también se está propagando rápidamente en Francia, especialmente en el noreste del país. Los ganaderos franceses están muy preocupados por el impacto de la enfermedad en sus explotaciones y piden una vacunación acelerada.
El impacto del brote no se limita a los propios países afectados; también obstaculiza seriamente la exportación de animales vivos a otros países. Esto supone una gran presión para todo el sector ganadero europeo. La lengua azul no está clasificada como gripe aviar o peste porcina africana, por ejemplo. Como resultado, las autoridades del EU no pagarán compensación por pérdidas operativas o animales sacrificados si la enfermedad afecta al rebaño.
Las organizaciones sectoriales de varios países piden medidas urgentes, incluido un enfoque europeo coordinado. El lunes los primeros ganaderos daneses podrán empezar a vacunar a sus animales contra la lengua azul. La Agencia Danesa de Medicamentos y la Administración Danesa de Alimentos y Medicamentos han logrado obtener conjuntamente 200.000 dosis de vacunas.
Durante una reunión con asociaciones agrícolas y estados federados alemanes, el Ministerio alemán BMEL pidió a los ganaderos que vacunaran lo antes posible, en particular, al ganado vacuno y ovino contra la lengua azul.