Georgia elige su rumbo actual hacia Moscú o hacia la Unión Europea

Las elecciones parlamentarias en Georgia, que tendrán lugar este fin de semana, se consideran muy decisivas para el rumbo futuro del país. Actualmente, Georgia está gobernada por el partido prorruso Sueño Georgiano.

Las políticas del partido, como su controvertida legislación sobre "agentes extranjeros" y su rechazo a las sanciones contra Rusia, han provocado tensiones con aliados occidentales como la Unión Europea (EU).

La presidenta Salomé Zourabichvili, una abierta partidaria del EU, cuenta con el respaldo de una coalición de varios partidos de oposición prooccidentales que se han unido para desafiar al poder gobernante. El presidente, que ya se ha pronunciado en contra del sueño georgiano en el pasado, considera que las elecciones son cruciales para acercar al país a la integración europea. 

Los movimientos pro-EU han ido ganando fuerza recientemente, con manifestaciones y mítines que han reunido a decenas de miles de georgianos para apoyar el rumbo europeo. Pero las encuestas de opinión recientes muestran que no es nada seguro que los partidarios del EU ganarán.

La lucha política no se trata sólo de orientación externa, sino también de cuestiones internas problemáticas como la integridad territorial y los problemas económicos. Los georgianos todavía están luchando con el conflicto militar de 2008 con Rusia y la ocupación rusa de las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur. 

Georgian Dream defiende indirectamente que puede proteger al país contra nuevas escaladas militares con Rusia y garantizar la estabilidad. Según sus oponentes, este enfoque conduce a un mayor aislamiento y una mayor dependencia de Moscú.

Las elecciones en Georgia guardan muchas similitudes con los recientes acontecimientos políticos en Moldavia, donde el bando pro-EU registró una estrecha victoria en una elección reciente. Sin embargo, la coalición proeuropea se enfrenta a la presión de Rusia. 

En definitiva, las elecciones en Georgia representan una encrucijada importante, cuyo resultado podría influir fuertemente en la dinámica regional y las relaciones con Rusia y el EU. Muchos georgianos ven estas elecciones como una opción de futuro, siendo la pregunta central: ¿se mantendrán cautelosos en su relación con Rusia o optarán inequívocamente por un futuro europeo?