En la campaña para las elecciones parlamentarias de Austria (29 de septiembre), las discusiones entre las dos fracciones gubernamentales actuales se centran principalmente en la agricultura, el uso de pesticidas y la influencia de la Unión Europea en la futura política agrícola de Austria.
Durante los últimos cuatro años, Austria ha tenido una coalición bastante "tranquila" del Partido Popular Austriaco (ÖVP) con los Verdes. Pero los dos socios de la coalición se han enfrentado en los últimos meses, entre otras cosas, por la Ley (europea) de Restauración de la Naturaleza, la Ley de Protección del Suelo y las normas EU para mejorar la calidad del aire y el agua.
En períodos anteriores, el ÖVP tuvo coaliciones con el radical de derecha ÖFP y con el izquierdista SPÖ, pero todas estas colaboraciones colapsaron debido a desacuerdos políticos. La coalición actual se quedó en gran medida al margen del proceso, pero aun así tropezó cuando ya se habían convocado las nuevas elecciones.
En parte debido a las relaciones recientemente alteradas, ahora se cierne sobre el mercado electoral la cuestión de si el ÖVP volverá a unir fuerzas con los Verdes o volverá a formar una coalición con el FPÖ o el SPÖ.
El cambio climático y la sostenibilidad son temas que han sido incluidos en la agenda principalmente por los Verdes. Otros partidos, como el ÖVP, se muestran más reacios a realizar reformas radicales a corto plazo. Advierten que unas medidas climáticas demasiado estrictas podrían poner en peligro la estabilidad económica del sector agrícola.
Uno de los temas más discutidos es el uso de pesticidas en la agricultura. Los Verdes se han pronunciado a favor de una reducción significativa del uso de pesticidas. El ÖVP (Österreichische Volkspartei), tradicionalmente un fuerte aliado del sector agrícola, aboga por la cautela a la hora de aplicar este tipo de medidas.
El ÖVP destaca la importancia de la estabilidad y de políticas predecibles para las familias de agricultores. Según el Canciller Karl Nehammer, los agricultores necesitan apoyo político para afrontar los desafíos del cambio climático y la globalización bieden.
Este enfoque ha sido criticado por un partido "agrario" alternativo, el MFG (Menschen-Freiheit-Grundrechte). Estos agricultores, en su mayoría orgánicos, acusan al ÖVP de “clientelismo”. Según MFG, al ÖVP le preocupa principalmente proteger los intereses de las grandes empresas agrícolas, mientras que las familias de agricultores más pequeñas se ven cada vez más presionadas.
El papel de la Unión Europea es otro tema candente en las campañas electorales. Los partidos austriacos están divididos sobre la cuestión de cómo abordar la influencia de Bruselas en la agricultura nacional. MFG se opone claramente a la interferencia del EU y califica la actual política agrícola del EU como un “dictado”. Según el partido, los agricultores austriacos deberían volverse menos dependientes de las subvenciones y normas europeas y tener más espacio para operar de forma independiente.
El ÖVP, los Verdes y el SPÖ, por el contrario, ven ventajas en una estrecha colaboración con el EU. Señalan que, como estado miembro de la Unión Europea, Austria se beneficia del acceso al mercado europeo y que es necesaria una posición fuerte dentro del EU para proteger los productos austriacos y mantener las oportunidades de exportación.