El norte de Chipre importa carne holandesa

El gobierno turcochipriota ha decidido importar carne de los Países Bajos. Con esto, el gobierno local quiere reducir el coste de vida en la parte norte de la isla ocupada por Turquía, informa el periódico Chipre Mail.

La decisión de importar carne de los Países Bajos se produce después de meses de historias sobre turcochipriotas que intentaban contrabandear carne desde el sur independiente de la isla hacia el norte. En marzo, la policía turcochipriota encontró e incautó casi dos toneladas de carne de vacuno en supermercados del norte de la isla segregada.

La carne importada de los Países Bajos se venderá en las carnicerías del norte: el cordero congelado costará 11,42 euros el kilogramo y la carne picada envasada congelada se venderá a 8,56 euros el kilogramo. El primer ministro Ustel dijo que se habían recibido ofertas de suministro de carne de España, Rumania y los Países Bajos y que habían elegido la oferta holandesa.

Los precios de la carne en el norte son generalmente más altos que los de la República de Chipre, un hecho que incita a los residentes a comprar productos cárnicos al sur de la Línea Verde y traerlos ilegalmente de regreso al norte. 

Las autoridades del norte son conscientes de las posibles reacciones de los carniceros del norte y dijeron que “no habrá un paso atrás”. Los carniceros ven la importación de carne de los Países Bajos organizada por el gobierno como una perturbación y una amenaza para su mercado.

El primer intento de abordar esta cuestión fue la implementación de controles de precios sobre el cordero en abril. El gobierno pro turco determinó que el cordero no podía venderse a más de 15,89 euros el kilogramo, y los carniceros intentaron vender su carne más cara, lo que provocó la imposición de multas.

Los carniceros del norte eludieron esa ley al introducir una “tarifa de servicio” además del precio minorista del cordero. La tarifa suele variar entre el 10 y el 15 por ciento del precio de venta.

La república turcochipriota del norte no está reconocida por ningún país (excepto Turquía) y está sujeta a normas de embargo internacional. Como resultado, la zona depende casi exclusivamente del apoyo financiero turco, depende del tránsito a través de Turquía para las importaciones y exportaciones, y apenas hay una economía saludable.

En parte como resultado, los precios de la carne en la vecina república independiente de Chipre, en el sur, son considerablemente más baratos, y hay un creciente contrabando a través de la "línea verde". Esta línea divisoria internacional es vigilada por observadores de la ONU.