Los países del sur de Europa han pedido urgentemente al EU ayuda práctica y financiera para combatir decenas de incendios forestales y daños a cultivos y ganado debido a la actual sequía. La situación se ve agravada por la creciente falta de agua, no sólo para regar los campos sino también para los residentes y el ganado en las zonas rurales.
El norte de África está sufriendo ahora la peor sequía de los últimos seis años, sin señales de posible alivio. Europa meridional y oriental se enfrenta ahora a desafíos similares, tras haber soportado ya dos años de sequía prolongada. Esta advertencia proviene de investigadores y agencias europeas que monitorean el desarrollo y las consecuencias de las sequías.
En los últimos meses, Grecia, Italia, España y partes de los Balcanes se han visto gravemente afectadas por el calor extremo y la sequía persistente. Estas condiciones han provocado un aumento de los incendios forestales y han afectado gravemente a la agricultura.
Sicilia se ve especialmente afectada, donde los agricultores han advertido al gobierno de los efectos desastrosos del calor en sus cultivos. Cultivos como los olivos, las uvas y los cítricos están gravemente amenazados y los ganaderos luchan por encontrar suficiente agua y alimento para sus animales. “Los animales beben barro mientras los lagos se secan y los agricultores se ven obligados a sacrificar a sus animales por falta de alimento y agua. escasez”.
En Grecia, donde los incendios forestales ya han destruido decenas de viviendas y obligado a evacuar pueblos enteros, la situación es igualmente sombría. En regiones como el Peloponeso y el Ática, el gobierno ha tenido que tomar medidas de emergencia para limitar los daños, pero la ayuda del EU es esencial para evitar nuevos desastres.
España también está sufriendo una grave sequía. En la región de Andalucía, las reservas de agua están en mínimos históricos y los agricultores temen una mayor disminución en la producción de aceite de oliva y otros cultivos. El gobierno español ya ha introducido restricciones de agua, pero sin lluvias y sin que las temperaturas sigan aumentando, es difícil evaluar el impacto a largo plazo.
La sequía ha provocado importantes pérdidas de rendimiento, y algunas regiones han informado de la destrucción de hasta 90% de sus cultivos. Esto no sólo tiene consecuencias económicas directas, sino que también amenaza con hacer subir los precios de los alimentos en toda Europa.
Se pide a la Unión Europea que proporcione no sólo asistencia financiera directa, sino también que invierta en estrategias y tecnologías de gestión sostenible del agua para hacer que la agricultura del sur de Europa sea más resiliente a la sequía.
Sin una acción inmediata y coordinada, los países del sur de Europa corren el riesgo de sufrir daños irreversibles en sus sectores agrícolas, que afectarán no sólo a la economía regional, sino también a la economía europea en general.