La policía italiana liberó a 33 trabajadores agrícolas indios que fueron obligados a trabajar en condiciones de esclavitud en dos granjas en la provincia norteña de Verona. Dos ciudadanos indios han sido arrestados bajo sospecha de explotación laboral.
La liberación de los trabajadores se produce tras un incidente en el que un trabajador indio murió en un accidente industrial cerca de Roma. Este incidente ha suscitado un debate sobre las malas condiciones laborales en el sector agrícola italiano.
Tras este accidente, el gobierno italiano ha reforzado los controles sobre el trabajo ilegal y la explotación en el sector agrícola. Esto sucede unas cuantas veces al año, pero estructuralmente se hace poco contra la contratación a gran escala de trabajadores extranjeros ilegales en el campo italiano.
Los trabajadores agrícolas de Verona trabajaban siete días a la semana, doce horas al día, por un salario de sólo cuatro euros la hora. La policía descubrió que algunos trabajadores tuvieron que pagar 13.000 euros por un permiso de trabajo inexistente.
A los dos sospechosos se les incautaron bienes por valor de 475.000 euros. Estos sospechosos poseen dos empresas agrícolas sin empleados oficiales.
Este caso es parte de un problema más amplio de explotación laboral en Europa, donde los inmigrantes a menudo trabajan en condiciones pésimas en sectores mal pagados como la agricultura. Italia, como muchos otros países europeos, está luchando contra una escasez de mano de obra, que se cubre en parte con los inmigrantes.
El gobierno italiano se ha comprometido a tomar medidas más duras contra las empresas culpables de tales prácticas y anunció medidas para mejorar la protección de los trabajadores inmigrantes. Esto incluye controles más estrictos y sanciones más estrictas para los explotadores.
La cuestión de la explotación laboral no se limita a Italia. Se trata de un problema generalizado en toda Europa y requiere un enfoque coordinado a nivel internacional. Los trabajadores migrantes de países como la India, así como de África y Europa del Este, suelen ser vulnerables a la explotación debido a su precaria situación jurídica y su falta de protección.
Las organizaciones internacionales y los activistas de los derechos laborales están pidiendo una mejor protección para los trabajadores migrantes y una aplicación más estricta de las leyes laborales para prevenir la explotación. También se pide que se proporcione mejor información a los inmigrantes sobre sus derechos y los riesgos del trabajo ilegal.