Alemania se ha unido al grupo de países del EU que piden un aplazamiento de la nueva ley EU contra el comercio de productos que contribuyen a la deforestación. El Canciller Olaf Scholz envió una carta al respecto a la Comisión Europea. El Ministro de Agricultura, Cem Özdemir, dice que Berlín quiere un retraso de al menos seis meses.
Berlín se queja de que los mecanismos de control y los detalles de su implementación aún no están debidamente organizados. Otros países del EU, entre ellos Austria y varios otros ministros de agricultura, también están presionando para que se posponga. Las nuevas regulaciones exigen una documentación precisa del origen de todo tipo de productos, algo que a muchos pequeños productores les resulta difícil de conseguir.
Sin embargo, tanto los agricultores europeos como los socios comerciales internacionales como Brasil e Indonesia están preocupados por las barreras a las exportaciones.
La ley EUDR exige que las empresas demuestren a partir del 1 de enero que sus productos como soja, aceite de palma, café y cacao no provienen de selva deforestada.ieden. La tala de la selva se considera una de las mayores causas del cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
Esto se aplica no sólo a los países exportadores, sino también a las empresas importadoras. Las nuevas reglas también se aplican a los productos fabricados en el EU y exportados a países del EU.
También en Alemania hay críticas. La industria del papel y la imprenta, que depende de la madera sintética, advierte que la ley les afectará desproporcionadamente. Esto se debe a que deben poder demostrar que su madera no se produce a partir de bieden "deforestado". Otros países ricos en bosques (y productores de madera), como Suecia, Finlandia y Austria, también se quejan de esto.
El ministro Özdemir afirmó en una conferencia de prensa el viernes, después de la reunión semestral con los ministros de agricultura de los 16 estados alemanes, "que Alemania no tiene un problema de deforestación". Señaló que el EU –incluido él mismo– ha estado presionando recientemente para que haya menos burocracia y regulaciones para los agricultores. Esto también debería aplicarse a la industria forestal.
La Comisión Europea anunció a principios de este mes que quería ceñirse al calendario actual. Pero Bruselas está trabajando en apoyo para ayudar a los países y empresas a procesar las nuevas reglas. Sin embargo, el debate sobre un posible aplazamiento continúa calentándose, especialmente porque varias economías importantes dentro del EU han expresado preocupaciones sobre la implementación práctica de las nuevas reglas.