Un grupo de organizaciones medioambientales ha presentado una demanda contra el gobierno finlandés. Las organizaciones acusan a Helsinki de no tomar medidas suficientes para cumplir el objetivo de la ley climática nacional de convertirse en carbono neutral para 2035.
Greenpeace, la Asociación Finlandesa para la Conservación de la Naturaleza y Amnistía Internacional afirman que es necesario reducir los gases de efecto invernadero en la agricultura y en particular en el sector del transporte. Los clubes medioambientales también afirman que la tala a gran escala es una gran amenaza para el secuestro de carbono en los bosques finlandeses.
La industria de la madera y el papel procedente de los vastos bosques es un pilar importante de la economía finlandesa, pero las nuevas leyes EU para la protección de la naturaleza imponen requisitos cada vez más estrictos. Esto también se aplica a la industria maderera en otros países del EU ricos en bosques, como Suecia, Noruega y la República Checa, Eslovaquia y Rumania.
No es la primera vez que organizaciones finlandesas emprenden acciones legales. En 2022 se presentó una denuncia similar, pero fue rechazada porque la ley climática aún era demasiado reciente para poder evaluarla de manera efectiva. Sin embargo, la situación se ha deteriorado desde entonces. En el informe climático anual de 2023, el propio gobierno finlandés admitió que es poco probable que se cumplan los objetivos climáticos, lo que constituye la base de la demanda actual.
Las organizaciones ecologistas basan su caso en parte en una reciente sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) contra Suiza, que dictaminó que unas medidas climáticas inadecuadas constituyen una violación de los derechos humanos. Los grupos finlandeses esperan que esta sentencia siente un precedente para su propio caso.
El gobierno finlandés se defiende afirmando que ya está haciendo importantes esfuerzos para alcanzar sus objetivos climáticos y que necesita tiempo para introducir nuevas medidas. El Ministro de Clima y Medio Ambiente, Kai Mykkänen, admitió que existen problemas con el almacenamiento de carbono en los bosques, pero subrayó que todavía hay planes para tomar medidas adicionales.
Esta demanda en Finlandia es parte de una tendencia más amplia en Europa, donde las organizaciones ambientalistas están emprendiendo cada vez más acciones legales contra gobiernos que creen que están fallando en sus políticas climáticas. En Alemania, un grupo de jóvenes ganó un caso histórico contra el gobierno, que dio lugar a leyes climáticas más estrictas.
En los Países Bajos, el tribunal también obligó al gobierno en 2019 a hacer más contra el cambio climático tras un caso presentado por la Fundación Urgenda. Estas demandas ponen de relieve la creciente presión sobre los gobiernos para que aborden seriamente el cambio climático y cumplan con sus obligaciones internacionales.