Los inspectores de la Unión Europea advierten que los consumidores pueden "perderse fácilmente" en el laberinto de diferentes etiquetas de alimentos en los países del EU.
Desde hace años se llevan a cabo negociaciones a nivel del EU sobre la introducción de una etiqueta nutricional única europea, el llamado Nutriscore. Al principio parecía que esto existía, pero varios países todavía lo bloquean.
El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea dice que la confusión “se ve exacerbada por el creciente número de etiquetas, logotipos y declaraciones voluntarias para atraer a los consumidores”. Algunas de estas declaraciones no sólo pueden ser confusas sino también engañosas, advierten los contables.
Por ejemplo, las normas EU permiten el uso de declaraciones nutricionales y saludables incluso para productos con un alto contenido de grasa, azúcar o sal, de modo que los productos azucarados, como las barritas energéticas, pueden anunciarse como productos con un alto contenido saludable.
Las normas EU no han logrado adaptarse a un mercado en constante evolución, dejando a alrededor de 450 millones de consumidores europeos vulnerables a mensajes engañosos. Las multas impuestas, añadieron los auditores, no siempre son suficientes para evitar abusos.
Un portavoz del sector empresarial afirmó que es tarea y responsabilidad del fabricante y proveedor informar adecuadamente a los compradores y clientes. Bruselas dice que está prohibido "proporcionar información alimentaria engañosa".
La organización no gubernamental Foodwatch International cree que Bruselas debería prescribir el Nutri-Score como etiqueta nutricional obligatoria, armonizada y para todo el EU o permitir que los países del EU introduzcan un sistema de este tipo a nivel nacional.