En los últimos días se han producido protestas masivas en Serbia contra los planes de la empresa minera británico-australiana Rio Tinto de abrir una enorme mina de litio en el oeste del país.
El litio es un metal esencial para la producción de baterías para vehículos eléctricos y otras tecnologías, y el proyecto de Rio Tinto podría satisfacer gran parte de sus necesidades de litio en Europa.
Las protestas están dirigidas principalmente a las posibles consecuencias ecológicas del proyecto minero en el valle de Jadar y no son nuevas. En 2022, el gobierno serbio detuvo temporalmente el proyecto tras una feroz oposición pública. Sin embargo, recientemente Belgrado volvió a dar luz verde.
Los manifestantes dicen que la minería podría causar graves daños a las tierras agrícolas y a las fuentes de agua locales, con una contaminación potencial que podría dañar permanentemente el medio ambiente. Exigen una prohibición permanente de la minería de litio en Serbia.
El gobierno serbio y los defensores del proyecto argumentan que el proyecto minero traería beneficios económicos, incluido el empleo y un impulso a la economía nacional. El presidente Aleksandar Vučić ha desestimado las protestas por considerarlas políticamente motivadas y destinadas a desestabilizar su gobierno.
Al mismo tiempo, el proyecto cuenta con el apoyo de la Unión Europea, que ha firmado una asociación estratégica con Serbia para garantizar el suministro de litio al mercado europeo.
A pesar de las promesas de EU y Rio Tinto de que se cumplirán los más altos estándares ambientales, las preocupaciones entre los lugareños y los ambientalistas siguen siendo altas. Las próximas semanas serán cruciales para el futuro del proyecto.