El Ministro de Agricultura alemán, Cem Õzdemir, ha presentado su propia propuesta modificada para restricciones voluntarias a los pesticidas en la agricultura. Se trata de reducir a la mitad el uso de productos químicos en unos seis años, pero deja espacio para los productos químicos: "lo menos posible, tanto como sea necesario".
Õzdemir (Verdes) se distancia enfáticamente de la anterior Directiva Vegetal Europea (SUR) por prohibir demasiados "productos químicos en la agricultura". Esto fue propuesto en su momento en el Pacto Verde del entonces Comisionado del EU, Frans Timmermans, y perfeccionado por Sarah Wiener, de los Verdes austríacos. Õzdemir dice que allí se cruzó una línea y que quiere distinguirse con su enfoque.
Ahora se destaca que la BMEL se basa en la colaboración, el apoyo, el asesoramiento y la innovación, más que en prohibiciones o requisitos legales. Se siguen en gran medida las recomendaciones del Comité del Futuro para la Agricultura (ZKL) de Borchert para mantener lo más bajo posible los efectos de las medidas de protección de cultivos sobre el medio ambiente, la biodiversidad y la salud.
La propuesta de Õzdemir apuesta por utilizar y probar tantos otros protectores de plantas naturales y orgánicos como sea posible. Berlín también dice que habrá una subvención para el desarrollo de equipos de precisión para quitar y recoger las malas hierbas. Pero su propuesta aún no contiene "dinero nuevo"; esto debe ser arreglado por su ministerio BMEL y el Bundestag al establecer los presupuestos anuales.
El ministro federal también destacó que se deberían probar nuevos métodos en granjas y regiones modelo. "Por supuesto, los agricultores deben poder seguir protegiendo y tratando sus cultivos en el futuro si es necesario", explica Özdemir. "Sólo tendremos éxito si consideramos juntos la sostenibilidad, la rentabilidad y la seguridad de los ingresos".
También habló sobre el dilema que enfrenta la agricultura. “La crisis climática provocada por el hombre nos presenta tareas que no podemos abordar sin pesticidas. Los informes de cosechas recientes muestran sorprendentemente cuánto impactan las tormentas y los cambios climáticos en los rendimientos”, dice Özdemir.
“Por otro lado, la disminución de la biodiversidad deja claro que algo tendremos que cambiar. No podemos continuar como siempre”. Por eso Berlín también mantiene su intención de ampliar la superficie dedicada a la agricultura ecológica a 30% en los próximos años.
En respuesta, la Asociación Alemana para la Conservación de la Naturaleza (Nabu) habla de un primer paso. El presidente del DBV, Joachim Rukwied, considera que la versión presentada ahora es mejor que las propuestas anteriores de Õzdemir. Pero según la Unión de Agricultores, es y sigue siendo una propuesta destinada a reducir y limitar.
La asociación ecológica critica que Õzdemir (después de las protestas de los agricultores) abandone su plan anterior de gravar o multar el uso de fertilizantes por el uso de productos químicos, para poder subvencionar productos respetuosos con la naturaleza.